Conoce el RITUAL DE EXORCISMO: ¿Puede realmente liberar a una persona de la posesión demoníaca?

En el Ritual de Exorcismo se invoca la protección de san Miguel Arcángel

(En la parte final de este artículo podrás descargar el Ritual de Exorcismo de la Iglesia Católica).

El exorcismo es un ritual utilizado en la Iglesia Católica para liberar a una persona o lugar de la influencia o posesión demoníaca. Este rito se basa en la creencia de que los demonios son seres espirituales malévolos que pueden influir en la vida de las personas y causarles daño.

En la Iglesia Católica, el exorcismo es considerado un sacramental, es decir, un signo sagrado instituido por la Iglesia para preparar a los fieles para recibir la gracia y disponerlos a cooperar con ella. Se trata de un acto de poder y de misericordia, que libera a los afligidos por el demonio y manifiesta el triunfo de Cristo sobre las fuerzas del mal.

Para llevar a cabo el ritual de exorcismo, se requiere de un sacerdote debidamente entrenado en esta práctica. Además, es necesaria la autorización del obispo, siguiendo rigurosamente las normas establecidas por la Iglesia, y de una preparación espiritual y teológica del sacerdote exorcista, así como de una colaboración del poseído y de sus familiares.

Es importante señalar que el exorcismo no debe ser confundido con la curación de enfermedades, especialmente psiquiátricas. Antes de llevarse a cabo un exorcismo, es necesario asegurarse de que las anomalías que padece la persona no se deben a una enfermedad mental sino al influjo de la presencia del maligno.

“Según una probada praxis se juzgan como signos de la posesión demoníaca hablar con muchas palabras en una lengua desconocida o entender al que la habla, movilizar cosas distantes u ocultas, manifestar fuerzas por encima de la naturaleza de la edad o condición del sujeto poseso”. Ritual de exorcismo 16

EL EXORCISMO EN EL RITUAL DEL BAUTISMO (exorcismo menor)

Aunque el exorcismo es un tema que ha capturado la atención y la curiosidad de muchas personas a lo largo de la historia, es una práctica más común y frecuente de lo que se cree. Por ejemplo, cada vez que bautiza un niño en la Iglesia Católica, se realiza un breve ritual de exorcismo y se hacen las renuncias a Satanás. Aquí la oración de exorcismo:

Dios todopoderoso y eterno, que has enviado a tu Hijo al mundo, para librarnos del dominio de Satanás, espíritu del mal, y llevarnos así, arrancados de las tinieblas, al Reino de tu luz admirable; te pedimos que este niño, lavado del pecado original sea templo tuyo, y que el Espíritu Santo habite en él. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

Poco después se realizan las renuncias:

¿Renunciáis a Satanás?

Sí, renuncio.

¿Y a todas sus obras?

– Sí, renuncio.

¿Y a todas sus seducciones?

– Sí, renuncio.

 FUNDAMENTO BÍBLICO DEL EXORCISMO

El exorcismo no es un invento de la Iglesia, sino que se remonta a los tiempos bíblicos. En el Nuevo Testamento, encontramos varios relatos de exorcismos realizados por Jesús y sus discípulos.

En el Evangelio de Marcos 1,25-26, se relata un encuentro en el que Jesús expulsa a un espíritu maligno de un hombre: «Pero Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate y sal de él! Y el espíritu inmundo, sacudiendo al hombre con violencia y clamando a gran voz, salió de él».

Otros exorcismos que realizó Jesús durante su ministerio público (Mt 8,28-34. 12,22-28; Mc 5,1-20). Estos pasajes muestran el poder de Jesús sobre los espíritus malignos y su capacidad para liberar a las personas de su influencia. Además, Jesús dio a sus apóstoles y discípulos la potestad de hacer lo mismo: «En mi nombre expulsarán demonios» Mc 16,17; Lc 10,17.

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En el libro de los Hechos de los Apóstoles 16,18, se narra un episodio en el que el apóstol Pablo expulsa a un espíritu de adivinación de una joven: «Pablo, muy molesto, se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora».

Este pasaje demuestra que los discípulos de Jesús también fueron capacitados para realizar exorcismos en su nombre, mostrando así la continuidad del poder y la autoridad de Jesús en la vida de sus apóstoles y discípulos.

EL RITUAL DE EXORCISMO EN LA IGLESIA CATÓLICA

La Iglesia ha conservado esta tradición apostólica a lo largo de los siglos, y ha elaborado un ritual específico para el exorcismo, conocido como el Ritual Romano de Exorcismos, que se encuentra en el libro De Exorcismis et Supplicationibus Quibusdam (Sobre los exorcismos y otras súplicas), publicado en 1998 por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

El ritual del exorcismo contiene una serie de oraciones, pasajes bíblicos, salmos, invocaciones y signos sacramentales, que tienen como finalidad expulsar al demonio y proteger al poseído.

“Confiada en aquel soplo divino con el cual el Hijo de Dios donó el Espíritu Santo después de su resurrección, la Iglesia obra en los exorcismos no en nombre propio sino únicamente en el nombre de Dios o de Cristo el Señor a quien deben obedecer todas las cosas, incluidos el diablo y los demonios”. Ritual de exorcismo 12

“VELAD Y ORAD PARA QUE NO CAIGAIS EN TENTACIÓN” Mt 26,41

Las posesiones son modos extraordinarios de asechar al demonio, pero su maldad e influencia se manifiestan de manera mucho más sutil en nuestra vida diaria. A través de los pecados que cometemos sin darles importancia, las faltas de amor hacia Dios y el alejamiento de los valores y principios morales en nuestra sociedad, permitimos que el demonio se infiltre en nuestras vidas de manera imperceptible.

Sus artimañas se esconden en la indiferencia hacia el prójimo, en la búsqueda desmedida de poder y riquezas, en la falta de compasión y en la pérdida de la fe. Es en estos pequeños actos cotidianos donde el demonio encuentra su terreno fértil para sembrar la discordia y la oscuridad en nuestras almas.

Por tanto, es crucial estar alerta y fortalecer nuestra relación con Dios, cultivando el amor y la virtud en cada aspecto de nuestras vidas, para así resistir las tentaciones y protegernos de la influencia maligna del demonio: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe” 1Pe 5,8

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 NO ESTAMOS SOLOS EN LA LUCHA CONTRA EL MALIGNO

 En la Iglesia, como miembros del Cuerpo Místico de Cristo y ciudadanos del Pueblo de Dios, tomamos parte en la comunión de los santos, esto es, de toda la Iglesia, también la Iglesia triunfante del cielo, donde habitan los ángeles y los santos, y Dios es Todo en todos 1 Co 15,28.

Desde allí no nos faltan intercesores que nos protegen y alientan contra las insidias del enemigo. Estas son algunas de las oraciones que podemos hacer para pedir la protección y la fuerza para vencer la tentación y vernos libres de las acechanzas del Maligno.

La oración de la cruz de san Benito Abad:

«Crux sacra sit mihi lux– La santa Cruz sea mi luz

Non draco sit mihi dux– no sea el demonio mi guía

Vade retro satana– Apártate Satanás

Nunquam suade mihi vana– nunca me aconsejes cosas vanas

Sunt mala quae libas– es malo lo que me ofreces

Ipse venena bibas– bebe tú mismo tu veneno».

Esta oración se inscribe en las medallas que llevan la imagen de san Benito Abad, fundador del monacato occidental y gran defensor de la fe contra las herejías. La medalla tiene también las iniciales C.S.P.B., que significan Crux Sancti Patris Benedicti (Cruz del Santo Padre Benito).

La oración de san Miguel Arcángel.

La oración a San Miguel Arcángel es considerada una poderosa herramienta espiritual para enfrentar tentaciones y peligros. En momentos de debilidad o cuando nos encontramos ante situaciones que ponen a prueba nuestra fe y virtud, recurrir a esta oración puede brindarnos fortaleza y protección.

«San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla;

sé nuestro amparo contra la perversidad y las asechanzas del demonio.

Reprímele Dios, pedimos suplicantes;

y tú, Príncipe de la Milicia Celestial,

arroja al infierno con el divino poder a Satanás

y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo

para la perdición de las almas. Amén.»

 Oración a san Jorge

La oración a San Jorge es considerada una poderosa herramienta espiritual para enfrentar tentaciones y peligros. San Jorge es reconocido como un valiente guerrero y mártir que luchó contra el mal y venció al dragón. Al recurrir a su intercesión, encontramos en él un ejemplo de coraje y fortaleza para enfrentar los desafíos que se nos presentan.

“¡Oh Dios, refugio y fortaleza nuestra!, míranos favorablemente a los que recurrimos a vos y, por la intercesión de la Inmaculada y gloriosa Virgen María, del poderoso y bienaventurado San Jorge, y de todos los santos, escucha con misericordia y bondad nuestras oraciones para la conversión de los pecadores y para que se domine la envidia y la maldad.

Poderoso San Jorge, defiéndenos en el combate, sé nuestro socorro contra la malicia, el odio, la venganza y la traición, la envidia, la injusticia y el rencor, los celos, las intrigas y la difamación, así como de hechicerías, conjuros y maleficios de brujerías y de los malos espíritus, y de las muchas tentaciones del demonio. Líbranos de sus engaños y su persecución, ampáranos en todo momento.

Poderoso San Jorge, aparta de mi mente las malas ideas y los malos pensamientos, que Dios por tu medio acreciente mi fe y mi plena confianza en Él, para salir victorioso en los combates de la vida y que mi camino quede libre para honrar y glorificar al Padre Todopoderoso, a su Hijo y Señor mío Jesucristo y al Espíritu Defensor. Amén.”

Oración a la Santísima Virgen María

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Es sumamente oportuno recurrir a la santísima Virgen María en momentos de tentación o peligro, ya que su intercesión es poderosa y su amor maternal nos protege. María, como madre de Jesús y madre espiritual de todos los creyentes, tiene una conexión especial con Dios y una profunda compasión por sus hijos.

Al invocar su nombre y pedir su ayuda, encontramos consuelo y fortaleza para resistir las tentaciones y superar los peligros que se presentan en nuestra vida. Además, el diablo odia a María porque ella es un símbolo de pureza y virtud, y su humildad y obediencia a Dios lo derrotan. Al acudir a ella, frustramos los planes del maligno y nos acercamos más a la gracia divina.

“Augusta reina del cielo y soberana de los ángeles, tú que recibiste de Dios el poder y la misión de aplastar la cabeza de Satanás, te pedimos humildemente nos envíes las legiones celestes para que, a tu mandato, persigan a los demonios, los combatan en todas partes, repriman su audacia y los devuelvan al abismo.

 ¡Oh buena y tierna madre!, tú siempre serás nuestro amor y nuestra esperanza.

 ¡Oh madre divina!, envía a los santos ángeles para que nos defiendan y para que arrojen fuera de nosotros al cruel enemigo infernal. Santos ángeles y arcángeles, defiéndannos y guárdennos. Amén”.

“Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo mal y peligro, ¡Oh, Virgen Gloriosa y Bendita! Amén.”

Puedes descargar el ritual de exorcismo en el siguiente enlace. Considera lo que se dijo más arriba: los exorcismos solo puede realizarlos un sacerdote con la autorización del obispo diocesano, el ritual que aquí se ofrece es para tu uso personal, pues está lleno de oraciones de una gran densidad espiritual, bíblica y teológica, que seguro hará bien al alma que lo use con fe. Además, el apéndice II contiene súplicas que pueden ser empleadas privadamente por los fieles en la lucha contra las potestades de las tinieblas.

Descarga el Ritual de Exorcismo aquí: Ritual de Exorcismo

Mira este vídeo donde podrás conocer más sobre el tema.




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