
Rosario del Espíritu Santo. El Espíritu Santo es una de las tres personas de la Santísima Trinidad, junto con el Padre y el Hijo. Es consustancial con ellos, lo que significa que comparte la misma naturaleza divina. El Espíritu Santo es inseparable del Padre y del Hijo, tanto en la vida íntima de la Trinidad como en su don de amor para el mundo.
Hacer el Rosario al Espíritu Santo es beneficioso por varias razones:
Comunión viva con Dios: Orar en el Espíritu Santo nos permite disfrutar de una comunión viva con Dios. El Espíritu Santo da poder a nuestras oraciones y las lleva al Padre en el nombre de Jesús. La oración en el Espíritu tiene una calidad de vida caracterizada por la calidez, la libertad y un sentido de intercambio. Nos damos cuenta de que estamos en la presencia de Dios, hablándole y siendo iluminados por el Espíritu Santo
Ayuda en nuestra incapacidad: Al orar en el Espíritu Santo, admitimos nuestra incapacidad y dependencia de Dios. Reconocemos que necesitamos la guía y la fortaleza del Espíritu Santo para comunicarnos con Dios de manera efectiva. El Espíritu Santo nos capacita y nos ayuda a expresar nuestras necesidades y deseos ante Dios con audacia y seguridad.
Invitación del Espíritu Santo a nuestra vida: Al hacer la oración al Espíritu Santo, lo invitamos a estar con nosotros, a consolarnos y a guiarnos. El Espíritu Santo puede darnos respuestas, ayudarnos a sentir la presencia de Dios y brindarnos consuelo en momentos de dificultad. La oración diaria nos permite establecer una relación más profunda con el Espíritu Santo y experimentar su influencia en nuestras vidas.
Por estas razones y más, aquí te traemos el Rosario al Espíritu Santo, para que el Defensor, que viene desde el Padre, te revele a su Hijo Jesucristo y llene tu vida de bendición y santidad.
PRIMER MISTERIO.
Honramos al Espíritu Santo y adoremos al amor sustancial que procede del Padre y del Hijo y los une en una Caridad infinita y eterna.
(Luego siete veces.)
—-Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.
—-Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
AL final del misterio se dice: Padre, Padre, ¡envíanos al Paráclito prometido por nuestro Señor Jesucristo! Amén.
SEGUNDO MISTERIO.
Honramos la operación del Espíritu Santo y adorémosle, porque hizo inmaculada a María en su Concepción y la santificó con la plenitud de su gracia.
—Ven, Espíritu Santo, etc. (7 veces).
AL final del misterio se dice: Padre, Padre, ¡envíanos al Paráclito prometido por nuestro Señor Jesucristo! Amén.
TERCER MISTERIO.
Honremos la operación del Espíritu Santo y adorémosle, porque hizo a la Santísima Virgen Madre del Verbo divino en el Misterio de la Encarnación.
—Ven, Espíritu Santo, etc. (7 veces).
AL final del misterio se dice: Padre, Padre, ¡envíanos al Paráclito prometido por nuestro Señor Jesucristo! Amén.
CUARTO MISTERIO.

Honramos la operación del Espíritu Santo y adorémosle, porque dio la vida a la Iglesia en el día glorioso de Pentecostés.
—Ven, Espíritu Santo, etc. (7 veces).
AL final del misterio se dice: Padre, Padre, ¡envíanos al Paráclito prometido por nuestro Señor Jesucristo! Amén.
QUINTO MISTERIO.
Honremos la operación del Espíritu Santo y adorémosle, porque reside de una manera permanente en la Iglesia y la asiste, según la promesa divina, hasta la consumación de los siglos.
—Ven, Espíritu Santo, etc. (7 veces).
AL final del misterio se dice: Padre, Padre, ¡envíanos al Paráclito prometido por nuestro Señor Jesucristo! Amén.
SEXTO MISTERIO.
Honramos la operación del Espíritu Santo y adorémosle, porque creó en la Iglesia al nuevo Cristo, que es el sacerdote, y confirmo la plenitud del sacerdocio a sus Obispos..
—Ven, Espíritu Santo, etc. (7 veces).
AL final del misterio se dice: Padre, Padre, ¡envíanos al Paráclito prometido por nuestro Señor Jesucristo! Amén.
SÉPTIMO MISTERIO.
Honremos la operación del Espíritu Santo y adorémosle en la virtud de los santos en la Iglesia, Obra secreta y maravillosa del Santificador Omnipotente.
—Ven, Espíritu Santo, etc. (7 veces).
AL final del misterio se dice: Padre, Padre, ¡envíanos al Paráclito prometido por nuestro Señor Jesucristo! Amén.
«Envía tu Espíritu y todo será creado.
—Y renovarás la faz de la tierra»
Oración. Oh Dios, que con la luz del Espíritu Santo enseñas a los fieles la verdad, concédenos conocerla en el mismo Espíritu y gozar siempre de sus consuelos celestiales. Por Jesucristo Nuestro Señor, Amen.

LETANÍAS AL ESPÍRITU SANTO
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad, Cristo, ten piedad.
Señor ten piedad. Señor, ten piedad.
Padre Omnipotente, ten piedad de nosotros.
Jesús, Hijo eterno del Padre y Redentor del mundo, sálvanos.
Espíritu del Padre y del Hijo y Amor infinito del Uno y del Otro, santifícanos.
Trinidad Santísima, óyenos.
-R. VEN A NOSOTROS.
Promesa del Padre,-
Don de Dios Altísimo,-
Rayo de luz celeste,-
Fuente de agua viva,-
Espíritu de amor y de verdad,-
Fuego abrasador,-
Autor de todo bien,-
Unción espiritual,-
Caridad ardiente,-
Espíritu de sabiduría,-
Espíritu de entendimiento,-
Espíritu de consejo y fortaleza,-
Espíritu de ciencia y de piedad,-
Espíritu de temor del Señor,-
Espíritu de gracia y de oración,-
Espíritu de paz y de dulzura,-
Espíritu de modestia y de inocencia,-
Espíritu consolador,-
Espíritu santificador,-
Espíritu que gobierna la Iglesia,-
Espíritu que llenas el universo,-
Espíritu de adopción de los hijos de Dios,-
–TE ROGAMOS ÓYENOS
Espíritu Santo, imprime en nosotros el horror al pecado,
Espíritu Santo, ven a renovar la faz de la tierra,
Espíritu Santo, derrama tus luces en nuestra inteligencia,
Espíritu Santo, graba tu ley en nuestros corazones,
Espíritu Santo, abrázanos en el fuego de tu amor,
Espíritu Santo, ábrenos el tesoro de tus gracias,
Espíritu Santo, enséñanos a orar como se debe,
Espíritu Santo, ilumínanos con tus inspiraciones celestiales,
Espíritu Santo, concédenos la única ciencia necesaria,
Espíritu Santo, inspíranos la práctica de tus virtudes,
Espíritu Santo, haz que perseveremos en tu justicia,
Espíritu Santo, sé Tú mismo nuestra recompensa,
Espíritu Santo, no permitas que nos separemos de ti por la ilusión material,
Cordero de Dios que borras los pecados del mundo:
—envíanos tu Espíritu Santo.
Cordero de Dios que borras los pecados del mundo:
—envíanos tu Espíritu Santo.
Cordero de Dios que borras los pecados del mundo:
—derrama en nuestras almas los dones del Espíritu Santo.
Cordero de Dios que borras los pecados del mundo:
—infúndenos el Espíritu de sabiduría y devoción.
– V. Ven ¡Oh Espíritu Santo! llena con tus dones los corazones de tus fieles.
– R. Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
ORACIÓN. Padre, que la fortaleza del Espíritu Santo venga en nuestra ayuda para que se digne lavar las manchas de nuestros corazones y protegernos contra nuestros enemigos. Por Cristo Nuestro Señor. Amen.
Ven, Espíritu Creador,
visita las almas de tus fieles
llena con tu divina gracia,
los corazones que creaste.
Tú, a quien llamamos Paráclito,
don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego,
caridad y espiritual unción.
Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú, dedo de la diestra del Padre;
Tú, fiel promesa del Padre;
que inspiras nuestras palabras.
Ilumina nuestros sentidos;
infunde tu amor en nuestros corazones;
y, con tu perpetuo auxilio,
fortalece la debilidad de nuestro cuerpo.
Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto la paz,
sé nuestro director y nuestro guía,
para que evitemos todo mal.
Por ti conozcamos al Padre,
al Hijo revélanos también;
Creamos en ti, su Espíritu,
por los siglos de los siglos
Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó,
y al Espíritu Consolador,
por los siglos de los siglos. Amén.
CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Recibe, ¡Oh Espíritu Santo! la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser que te hago en este día, para que te dignes ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida y en cada una de mis acciones:
Mi Director,
Mi Luz, Mi Guía,
Mi Fuerza,
Y todo el amor de mi corazón.
Yo me abandono sin reserva a tus operaciones divinas y quiero ser siempre dócil a tus Santas Inspiraciones. Oh Santo Espíritu, dígnate formarme con María, y en María, según el modelo de nuestro Divino Jesús!
Gloria al Padre Creador.
Gloria al Hijo Redentor.
Gloria al Espíritu Santificador.
«AMAR AL ESPÍRITU SANTO Y HACER QUE SEA AMADO»
En nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.